Sara se sintió intrigada por Mark.
A medida que la noche se oscurecía en el almacén, la fascinación de Sara por Mark se intensificó. Su presencia enigmática poseía un encanto irresistible, haciéndole imposible apartar la mirada. Abrumada por un creciente deseo de conectarse con él, Sara reunió coraje, impulsada por la fuerza magnética que los unía, y finalmente dio el paso audaz para hacer su movimiento.