Anticipando su regreso
Consumida por el ardiente deseo de confrontar a Mark y exigir respuestas, Sara anhela desatar sus pensamientos y frustraciones sobre él. Sin embargo, se encuentra contenida, incapaz de actuar según sus impulsos. Al darse cuenta de que esta conversación no puede tener lugar por teléfono, Sara se resigna a esperar, sabiendo que debe esperar hasta que Mark regrese a casa al día siguiente para abordar esta tumultuosa situación cara a cara.